sábado, 25 de agosto de 2007
miércoles, 1 de agosto de 2007
Hugo Alegre
DIA DE VERANO
La casa blanca, las persianas corridas,
cerrada como boca tras el grito,
sobre el cuadrante el pavoreal reposa,
del mediodía todas las horas eclipsando.
Se presiente: esta tarde se deshojaran las rosas,
de ellas mismas tan plenas, en dulces agonías.
Anda, oh, mi niña, oh mi amiga:
la vida se ilumina en la muerte de las cosas
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